¿Otro partido canario?

La presión que está ejerciendo una parte de Unidas Podemos para que se cubra el escaño aún vacío de Alberto Rodríguez, puede acelerar que este cumpla el deseo (que ya manifestó) de que es necesario un partido de obediencia canaria. Una lección que sacó fruto de su experiencia en el Congreso de los diputados.

Rodríguez se siente cómodo en el espacio de la defensa de la identidad isleña y de la construcción de la nación canaria; algo así como rescatar el espíritu de Unión del Pueblo Canario (UPC) y que se observó cuando fue recibido en el aeropuerto de Los Rodeos con banderas de las siete estrellas verdes así como en el atrezo que acompaña a sus últimas intervenciones en las redes sociales, teniendo como telón de fondo un póster del mítico cuadro ‘Ach Guañac’ del palmero Luis Morera que sirvió como portada del segundo disco de Taburiente en 1978 y otro sobre ‘La maleta’ de Pedro Lezcano. Incluso, luce como fondo de pantalla la Cueva Pintada de Gáldar.

La necesidad de Unidas Podemos de buscarle reemplazo cuanto antes al acta, que se puso de manifiesto a son de la convalidación del decreto ley de la reforma laboral, puede tener efectos contraproducentes para la organización en las islas. El tinerfeño declaró, justo tras el atropello sufrido y la actuación de la presidenta de la Cámara Baja Meritxell Batet, que Yolanda Díaz sí la había llamado a diferencia de otros ministros de Unidas Podemos que no tuvieron semejante detalle. Probablemente, la gallega es sabedora de que lo necesita de cara a las próximas elecciones generales. Aunque, a medida que crece la tensión interna y Rodríguez se siente aislado por sus excompañeros en su lucha democrática a cuenta de los derechos fundamentales, propiciará que vaya por libre y, finalmente, cree unas nuevas siglas de obediencia canaria que entren en la competición electoral siguiente.

Es más, el momento es ahora pues debe aprovechar la ola de simpatía producida dentro de la izquierda a favor de su causa. Y si se presenta al Parlamento de Canarias por la circunscripción de Tenerife o la autonómica, ya tiene su público. El mismo que le votaría si las elecciones generales se adelantan y Pedro Sánchez las convoca antes de las locales y autonómicas del régimen común de mayo de 2023. El testimonio de la víctima es muy poderoso en política y aquí más vale que Díaz actúe cuanto antes para frenar las presiones o su plataforma tendrá un problema que le restará votos en las dos circunscripciones canarias en los comicios generales.

A su paso por la política institucional se une su empeño sindical e historial como activista social. Y tiene una virtud: es humilde. Los abogados que le asisten en la pugna judicial para recuperar su escaño son Isabel Elbal, que defiende a Quim Torra, y Gonzalo Boye, el mismo que asiste a Carles Puigdemont. Alrededor de 64.000 canarios perdieron a su representante. Si Unidas Podemos no protege el relato de Rodríguez y fuerza que corra la lista, tendrá un coste político antes o después. La razón: la lucha judicial seguirá y, si gana el tinerfeño, quedará retratada Batet y los que ahora, antes conmilitones, quieren que sea presa del olvido. Y, por si fuera poco, abonarán que funde otra organización con perspectiva autocentrada canaria.