¡Necesitamos buenos políticos!

Amigos lectores-as, en este domingo 26 de Mayo, de nuevo somos llamados a votar para tener en política a personas con hechos en vez de palabras.

Amigos-as, con gusto les dejo en esta semana la historia preciosa del “Ateo y el Oso” que hace años me encantó cuando la leí por primera vez. Sí, cuentan que un fotógrafo Ateo decidió un día entrar en el Bosque para hacer fotografías y que el hombre se llevó una gran sorpresa al oír un extraño ruido detrás de él.

Lo cierto fue que al mirar casi le dio un infarto cuando vio que un Oso se le acercaba algo sonriente que le decía amablemente: “¡Helo, buenos días, hermano querido!” El hombre, lleno de miedo y muy asustado, empezó a correr deprisa observando cómo el Oso le enseñaba los dientes cuando le seguía muy de cerca. Sucedió que, mientras huía de forma desesperada, nuestro hombre tropezó con una raíz de árbol y se dio un gran leñazo cayendo al suelo, siendo en ese momento cuando el Oso con mucha alegría se le acercó saboreando ya el banquete que la Providencia le había ofrecido.

Entonces el Fotógrafo, muy lleno de miedo, rezó temblando: “¡Socórreme, Dios mío… te prometo que yo me portaré mejor en mi vida!”. Dicen que en ese momento los pájaros pararon de cantar y el Arroyo dejó de hacer ruido. Entonces, nuestro hombre, tirado en el suelo y llorando, oyó una voz que le decía: “Estimado Joven, durante años tú has dudado de mi propia existencia, pero ahora que tu vida está en peligro ¿me puedes decir tu nombre para que te ayude?”. El hombre caído en el suelo le dijo: “Si Ud. fuera Dios, ¿cree que yo podría hacer que el Oso fuera cristiano al menos sólo por hoy? Y luego, el Oso, inclinando su enorme cabeza, dijo a Dios muy devotamente: “Señor, bendice este alimento que hoy voy a comer con mucho gusto...”

Amigos lectores-as de TeldeActualidad, les deseo a todos una buena semana y recemos para que los nuevos Políticos que nacen de las Votaciones sean personas serias y honestas que sepan luchar de forma especial a favor de los Pobres necesitados.

Francisco Martel es sacerdote y párroco.