El charco de la vergüenza en Telde

Las elecciones municipales de 2023 están al caer y algunos candidatos están ya promocionándose, con la intención de conseguir los votos de los teldenses.

Entre cambios, revoluciones, momentos, confianzas y seguridades, los políticos siguen sin darse cuenta de que en el municipio se necesitan "un millón de actuaciones", en vez de "una actuación de millones". Valga como ejemplo este charco en plena "Zona Cero" de Arnao. Si las cuentas no fallan, lleva unos veinte años formándose cada vez que llueve con abundancia. Y por ello los peatones cuando lo encuentran, terminan caminando por los bordes, en medio de la calzada, en medio del tráfico, o directamente sumergiendo los pies en el agua, cuando no les queda otra.

La calle Luis González Pérez bordea por el Este el solar que contiene el fallido proyecto del Palacio de La Cultura y el aparcamiento de Arnao. Esta calle estaba ya asfaltada entre 2004 y 2006, pero no en 2002, tal y como muestran las fotografías de la empresa canaria GRAFCAN. Se entiende, pues, que antes de que tomara posesión el primero de los gobiernos de pactos que han regido el municipio desde entonces, el pavimento estaba ya en la vía. Haciendo caso a esas evidencias, entiéndase pues que al menos desde 2006 tras llover copiosamente queda allí un charco en el cruce de esa calle con la Avenida de El Cabildo, formándose una suerte de piscina en el lugar, que permanece hasta que se drena el agua.

¡2006! Más de cuatro legislaturas municipales, insulares y autonómicas después, ese charco sigue surgiendo una y otra vez tras la lluvia. Cuatro legislaturas con gobiernos de AFV, CC, CCD, CIUCA, NC, PP y PSOE. Cuatro legislaturas con dos alcaldesas y cuatro alcaldes, cada corporación con sus respectivos equipos de concejales y cargos de confianza, todos y cada uno de ellos trabajando "por Telde y los Teldenses".

¿Y qué tiene de particular un simple charco? O al menos... ¿este charco? Pues que un problema en teoría tan sencillo de solucionar, como hacer un agujero, poner una boca de alcantarilla y conectarlo a las tuberías de recogida de aguas, se ha pasado por alto durante todo este tiempo. Detalles como estos hay a cientos por todo el municipio. Problemas simples, sencillos de arreglar, pero que "simplemente" y "sencillamente", no han estado nunca en las cabezas de los miembros de los sucesivos gobiernos.

Gobiernos formados cada uno de ellos por partidos de todas las ideologías y colores del espectro político, que han prestado más atención por lo general a proyectos que poco o nada tienen que ver con la calidad de vida de los Teldenses que con los servicios básicos que necesita el municipio. Hasta incluso han repetido actuaciones, como quien dice, han pintado sobre fresco, y han asfaltado sobre firme, una y otra vez, siempre en los mismos sitios.

Gobiernos donde han habido crisis entre los integrantes de esos pactos, tanto en calidad de partidos, como en calidad de miembros de cada uno de esos partidos. Hubo gente que no podía ni verse, que no se dirigía la palabra y que criticaba abiertamente en público a sus compañeros de legislatura. Y ante todo esto, los Teldenses, cruzando el charco.

Es fácil tirar mano en estos momentos de argumentos más o menos convincentes para justificar esa manera de actuar. "Caso Faycán", "Deuda", "Crisis" y "Covid" serán, seguro, las palabras que surgirán de las bocas de aquellos que intentarán explicar esta falta de atención. Pero nada de lo que da pie a esas justificaciones ha sido propiciado por los Teldenses. Son, más que justificaciones, excusas para ocultar la incapacidad de unos políticos que en Telde han dejado de ver cuales son las necesidades reales de sus habitantes.

Sirvan las imágenes que acompañan el artículo para ilustrar como, al final, después de tanta promesa electoral vacua, de tanto proyecto importantísimo que queda en agua de borrajas, el habitante del Municipio se tiene que buscar la vida para, día a día, adaptarse, sortear o directamente tragar las consecuencias de esa manifiesta incompetencia de la que, salvo honrosas excepciones, hacen gala los políticos de Telde.

Así que una vez más, llegaremos a los comicios de las Administraciones Locales con programas electorales llenos de grandes propuestas revolucionarias, o de argumentos para que las cosas sigan como están, porque es lo mejor para Telde. Pero sí... las calles seguirán sucias, los contenedores destrozados, las carreteras llenas de baches, los barrios fuera del casco urbano, medio a oscuras, desatendidos y olvidados y así, una larga lista de desatenciones, en las que no olvidemos que todavía para cualquier gestión municipal un vecino de Cazadores, Ojos de Garza, Hornos del Rey, o el Barranco de Las Goteras, tiene que desplazarse al edificio municipal de El Cubillo, porque al equipo de gobierno -de este y anteriores turnos- nunca le ha dado por pensar una manera de acercar la gestión municipal al vecino, en vez de dar por sentado que el vecino quien se tiene que acercar a sus gestiones municipales.

Sí, señoras, señoritas y caballeros de Telde: lamentablemente, aquí no queda otra que seguir sorteando o cruzando el charco de la vergüenza, o el charco que a cada uno le pille más cerca.