Es la muerte de Canarias

Si no hay excepción canaria para la normativa verde que pretende implantar la Unión Europea sobre los combustibles "sería la muerte de Canarias", sentenció el presidente Torres en el parlamento canario y tiene razón. El objetivo 55 del plan de descarbonización europeo contra el cambio climático es el camino correcto para el mundo si queremos ayudar a frenar las emisiones de CO2. Tenemos que bajar las emisiones del transporte, también aéreo, y la cifra se ha puesto en un 55% menos para 2030 partiendo del año 90.

Ahora bien, aunque suene raro todo lo dicho es correcto. Hay que emitir menos, y al mismo tiempo se tiene que salvar a Canarias y a todas las regiones ultraperiféricas porque sino el daño económico nos ametrallaría, viviendo como vivimos aquí del turismo. Las compañías aéreas tendrían que subir tanto los precios que se haría "insostenible "que un turista viniera a las islas. Y aquí no tenemos ni tendremos otro sector que cubra tanta mano de obra a medio plazo y encima sin producir ni la mitad de los alimentos que necesitamos.

Todo esto lo hemos mencionado varias veces en este humilde comentario y aún no sabemos que movimientos ha hecho la representación exterior española en Europa para conseguir que se nos atienda, pero también es cierto que nosotros no hemos hecho todos nuestros deberes para resultar convincentes.

Y me refiero a acabar con los vertidos incontrolados al mar o en tierra, no hemos acometido una repoblación profunda de nuestros montes, no hemos reciclado lo necesario, seguimos quemando mucho carburante para conseguir energía eléctrica, seguimos a paso de tortuga con la implantación de renovables y no estamos haciendo la tarea en cuanto a la economía circular sostenible. Es decir, usted pídale a Europa como gobierno de Canarias una excepción y ponga algo a cambio señores políticos y no trabas, como las que pone la administración en el desarrollo de energías sostenibles. Vamos, que haga algo contundente y no postureos.