No aparece ninguna partida para el convenio de obras hidráulicas y tampoco para el convenio de infraestructuras educativas en el proyecto de ley de presupuestos generales del estado. Las universidades canarias no aparecen reflejadas en las cuentas del gobierno central y, además si quitamos los 200 millones de la deuda judicial pendiente del antiguo convenio de carreteras ya no estamos en la media por habitante. Es decir que en el trámite parlamentario quedan muchos detalles para que sean unos presupuestos justos para nuestro archipiélago.
Pero ni la cosa es tan dramática como denuncia Coalición Canaria, con Fernando Clavijo al frente, ni tan fantástica como apunta el PSOE de las islas, ni siquiera como apuntan los otros nacionalistas de Nueva Canarias. Vamos que ni tanto ni tan calvo.
Los presupuestos deben ponernos en la media por persona en inversiones, capítulos 6 y 7, sin contar con lo que nos deben del robo del pp cuando estaba en el gobierno central, pero que tiene que pagar el psoe. Tienen que cumplir con todos los convenios que teníamos hasta ahora, deben poner la cuantía necesaria para el transporte de mercancías, sin olvidar el tomate y el 100% y lo que le tenga que tocar a la isla de La Palma, porque está claro que las primeras previsiones en vez de rebajarse los gastos se están incrementando.
Con todo, no podemos hacer la cuenta de la lechera y hay que reconocer que este proyecto de ley que le queda mucho camino que recorrer necesita mejorar aún más para Canarias, pero también es muy cierto que es infinitamente mejor que otros del pasado para empezar a hablar.























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