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Sábado, 06 de Diciembre de 2025

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Imagen de archivo del CAMP de San José de Las Longueras (Foto TA) Imagen de archivo del CAMP de San José de Las Longueras (Foto TA)

Una usuaria del CAMP de Las Longueras pide ayuda para cuidar a su hija

El centro no ha reabierto aún desde la irrupción de la pandemia

dojeda Viernes, 27 de Noviembre de 2020 Tiempo de lectura:

TELDEACTUALIDAD

Telde.- Nereida Hernández Rodríguez es madre de María del Carmen Pérez Hernández (Mamen), una usuaria de 32 años del CAMP de San José de Las Longueras de Telde, un centro especializado en atención a personas con discapacidad, y denuncia una supuesta discriminación por parte de las administraciones a su hija.

 

Desde hace diez años, Mamen acude de lunes a viernes al CAMP de San José de Las Longueras. Allí permanece de 07.30 a 16.00 horas, mientras su madre concilia la jornada laboral y realiza las tareas del hogar. Sin embargo, al estallar la pandemia de la covid-19, éste y los demás centros sociosanitarios de Gran Canaria cerraron sus puertas como medida de prevención. Y todavía no ha vuelto a retomar la actividad.

 

Y lo peor, confiesa, es que todavía no le saben decir a ciencia cierta cuándo reabrirá. "Llamamos al centro y siempre la respuesta es la misma: no se sabe cuándo empezamos con los usuarios diurnos. Igualmente también llamamos varias veces al Cabildo y la respuesta era la misma", asevera esta madre.

 

Ante esta situación, ha intentado que le modifiquen el Plan Individualizado de Actuación (PIA) que tiene su hija merced a la Ley de Dependencia para así poder contratar a una persona que la cuide durante unas horas al día, ya que no la puede dejar sola. Pero para su sorpresa, la respuesta fue que si le cambiaban el PIA perdería la plaza en el CAMP, a pesar de que aún no ha abierto.

 

Además, desde el centro la llamaron para comunicarle que los usuarios "que quieran asistir de nuevo tendrán que dividirlos, pues no tienen suficiente espacio y solo pueden hacer dos grupos". Uno irá una semana y otro la siguiente. "Esto me parece una discriminación con los más necesitados. A estas personas no las podemos dejar solas ni para comprar el pan. Y yo necesito trabajar y lo que gano no me alcanza para pagar una asistenta de 07.30 a 16.00 horas", reprocha.

 

Nereida pide a las administraciones que atiendan su caso y encuentren una solución. "Si no tienen espacio suficiente en el centro, que busquen otro. Al Cabildo y al Gobierno de Canarias no le faltan centros que se pueden acondicionar", advierte esta madre coraje que llama a otras familias en su misma situación a manifestarse a las puertas de la Institución insular y del Ejecutivo autonómico para exigir sus derechos.

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