Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Jueves, 02 de Octubre de 2025

Actualizada Jueves, 02 de Octubre de 2025 a las 20:44:34 horas

Momentos de la ceremonia de esta tarde-noche en la Basílica de Telde (Foto Antonio Alí) Momentos de la ceremonia de esta tarde-noche en la Basílica de Telde (Foto Antonio Alí)

Devoción a raudales en la Basílica de San Juan

El emotivo descenso de la imagen del Cristo de Telde desata el fervor el templo matriz de la ciudad, a tope de feligreses

direojed Jueves, 12 de Septiembre de 2019 Tiempo de lectura:

TELDEACTUALIDAD

Telde.- La Basílica de San Juan registró esta tarde-noche un llenazo de fieles que siguieron con la emoción a flor de piel la tradicional ceremonia de Bajada de la venerada imagen del Santo Cristo de Telde desde la hornacina superior del altar mayor hasta el trono móvil situado en el centro del templo matriz de la ciudad, donde permanecerá más cercano a sus devotos.

 

Como suele ocurrir todos los años en esta importante cita religiosa, el santuario más antiguo de Telde se quedó pequeño para acoger a los cientos de feligreses que quisieron presenciar en vivo y en directo el conmovedor descenso de la bella escultura modelada en la primera mitad del siglo XVI por los indios tarascos con pasta de millo y de otros elementos vegetales.

 

Un minucioso ritual que desde 1962 se repite cada 12 de septiembre y que llegaría en esta jornada al filo de las 20.45 horas al finalizar la eucaristía concelebrada por cinco sacerdotes de las parroquias de Telde y que presidió el teólogo Luis María Guerra Suárez, doctor en Biblia, párroco de San Juan (Las Palmas de GC) y profesor del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (Istic), que se encargó también del panegírico.

 

En ese momento, los seis porteadores que habitualmente llevan a cabo esta delicada maniobra, una tarea que se transmite de padres a hijos o allegados, subieron en busca del Santo Cristo, la imagen cristológica más venerada dentro de la Diócesis de Canaria.

 

Se encaramaron a dos escaleras metálicas, en parejas y con movimientos simultáneos, y poco a poco fueron ganando peldaños hasta llegar a la parte superior del retablo gótico-flamenco que preside la Basílica de San Juan, engalanado para la ocasión con varios ramos de flores.

 

Con cadencia pausada y ayuda de dos sogas y poleas, descolgaron al Santo Cristo de su hornacina y empezaron el descenso, acercándolo al gentío de fieles que, emocionados y con lágrimas en sus rostros algunos, contemplaba la delicada operación desde el interior de la Iglesia y también desde la plaza de San Juan al estar colmado el templo. En el recuerdo de los portadores, y en especial de su hermano Francisco, estuvo José Santana Melián, uno de sus históricos, que falleció hace poco más de un mes.

 

Al pie del altar, la efigie fue recibida por miembros de la curia que lo llevaron en volandas hasta el interior de la urna móvil, conocida popularmente como el trono-móvil, en medio de una marea de aplausos y sentimientos a flor de piel. Allí permanecerá hasta que de madrugada, y ya a puerta cerrada, pase al trono sobre el que este próximo sábado procesionará por las calles de San Juan, el mismo en el que permanecerá hasta el día antes de su retorno, que tendrá lugar el domingo 22 de septiembre.

 

Una talla de valor incalculable

El Santo Cristo de Telde, una obra de carácter religioso cuya autoría se atribuye a los indios tarascos de México, aproximadamente sobre el año 1555, en el taller de Matías de la Cerda, es una pieza creada a base de pasta de millo de gran valor artístico y espiritual. De hecho es la imagen cristológica más venerada dentro de la provincia de Las Palmas.

 

Pesa 6 kilos y medio y mide un metro ochenta centímetros de alto y su altura es igual a la longitud de sus brazos extendidos. En una restauración acometida hace más de una década se descubrió que el papel encolado que le da forma son restos de importantes códices que revelan datos de tributos y numeración.

 

La actual cruz es de tea del país forrada de plata y sustituyó a la primitiva en el siglo XVII. Al pie, tiene cincelado sobre la plata una inscripción, que dice: “Esta obra se hizo con limosna de los vecinos de esta ciudad de Telde a solicitud del alférez Baltasar de Quintana y Juan de Monguía y Quesada S.C.D.S. (cinceladas) por el maestro Antonio Hernández; año de 1704.”

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.49

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.