En el 327 aniversario de Juan Mateo de Castro (bachiller y escritor)

RAMÓN DÍAZ

Un 7 de mayo, hace 327 años, falleció en la casa del curato de Arucas el bachiller Juan Mateo de Castro (27 de febrero de 1621-8 de mayo de 1693).

En el inventario que hizo el sacerdote Blas González Déniz (al parecer con apresuramiento por los hurtos que se produjeron aun sin haber sido enterradp) de su biblioteca se relacionan 104 libros de temática muy variada (filosofía, teología, moral, predicación, hagiografía, pastoral, liturgia y espiritualidad, historia, pintura, representaciones alegóricas, cronología y derecho canónico, etc.) que retratan el elevado perfil intelectual de su dueño y el subido interés que siempre mantuvo por el estudio y la lectura.

Además destacó por cultivar la música y el teatro entre sus feligreses. Guardián del patrimonio artístico de la iglesia es famosa su amonestación a los poderosos titulares del Mayorazgo de Arucas por el abandono en que tenían a sus ermitas, imágenes y cuadros.

Se le atribuye la autoría de al menos 17 obras manuscritas inéditas, la mayoría de las cuales ha desaparecido y sólo dos han llegado hasta nosotros: “Memorias de los curas habidos en Arucas” (hoy transcrito y conocido como libro “De Memorias Antiguas”) y “De República Christiana”, estudiada meticulosamente y publicada por Francisco Caballero Mujica en 1979.

En la producción de Juan Mateo de Castro destacan las obras de carácter histórico, aspecto por el cual alcanzó notoriedad en su época atrayendo la atención del autor de “Topografía de la isla afortunada de Gran Canaria” (fray José de Sosa) que allá por 1677, cuando el párroco de San Juan Bautista tenía 56 años y disponía de grandes conocimientos de historia de Canarias, escribe entre irónico y asombrado que "era hombre curiosamente docto, mayormente en aquestas materias".

Escribe Rodríguez Padrón (2019) que hacia 1841 existía al parecer noticias de una “Conquista de las Islas de Canaria” con el título: “Memorias del bachiller José Mateo de Castro sobre la conquista de Canarias y costumbres de los antiguos moradores”.

La municipalidad aruquense reconoció en su momento las valiosas aportaciones de Mateo de Castro a la cultura local y regional dedicándole el 8 de mayo de 1993 una placa conmemorativa en la casa parroquial en donde residió el Bachiller, el nombre de una calle de la ciudad y una sala en el Museo Histórico Municipal en donde se exhiben publicaciones, fotos, dibujos, cuadros y otros vestigios de Mateo de Castro y de la localidad en la segunda mitad del S. XVII.

Con posterioridad, autores como el nombrado Caballero Mujica, Agustín Millares Carló, Emiliano Rodríguez Calleja, José A. Cebrián Latasa, Julio Sánchez Rodríguez, Jorge Rodríguez Padrón, Leonardo Arencibia Rodríguez, etc. han estudiado y valorado sus escritos en sus diferentes vertientes dándolos a conocer al público y su importancia en la actualidad. Don Juan Mateo de Castro ya atrajo el interés de sus paisanos y feligreses en momentos pasados y ahora lo volvemos a hacer recordando su memoria cuando se cumplen trescientos años de su fallecimiento.

Ramón Díaz Hernández es catedrático jubilado de Geografía Humana de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Nota del autor: Las tres primeras fotos de la galería fueron tomadas del libro Historia de la parroquia de San Juan Bautista (1515-1817) de Julio Sánchez Rodríguez, 2013, pp. 132, 170,171).